miércoles, 11 de septiembre de 2013

La tragedia de moverse en Santo Domingo – La saga del transporte público en RD

Esto ocurrió el lunes 9 de septiembre en el Distrito Nacional.  Subo al autobús de la Empresa Caribe Tours que cubre la ruta 31, esta va desde la Feria por la Coca-Cola (Bepensa) y el Instituto Postal Dominicano hasta el final de la Carretera de Mendoza en Santo Domingo Este, en la 5ta. parada de la ruta, Av. Abraham Lincoln frente al Auditorio Patrick Hudson del Instituto Cultural Domínico-Americano, rumbo hacia mi trabajo en María Auxiliadora. 

Todo iba muy bien cuando el chofer de una “guagua” de FENATRANO, placa No. I-034696 y marcada con el código (me imagino que del mismo FENATRANO) No. 02-410, decidió “martillar” hasta que le dio la gana.  Para los que no conocen este término en el argot popular de nuestro país, es la acción en que incurren los choferes cuando están transitando por las calles de nuestro país y van moviéndose a una velocidad por debajo del límite inferior establecido para andar en las calles, o sea, van avanzando como a 5 o 10 Km/h.  Para que entiendan cuando usted va en bicicleta pedaleando normalmente puede ser que vaya a más de 15 Km/h.

Esto comenzó desde que el autobús de la ruta 31 de Caribe Tours dobló a la derecha en la Av. Máximo Gómez hacia la Av. Pedro Henríquez Ureña, luego siguió por la Av. México hasta la Av. José Martí, doblando hacia la Ravelo y luego hacia la Dr. Betances, hasta la Av. Federico Velázquez, donde el autobús de FENATRANO seguiría derecho por la Dr. Betances, mientras que la (guagua de la ruta) 31 doblaría a la derecha para dirigirse hacia el área del ITESA, el Hospital 20-30 y el Complejo Hospitalario Juan E. Aybar (Morgan). 

En resumen, esta acción se extendió por más de 4 kilómetros de trayecto sin que pudiera ser controlada, a pesar de que pasamos por el lado de varios agentes de la AMET, pero estos no tenían la manera de darse cuenta de este atropello del chofer del supuesto sindicato llamado FENATRANO, que no es más que una mafia organizada en nuestro país que tiene primero al pueblo dominicano y segundo al gobierno desde hace décadas agarrados por los “jardines colgantes de Babilonia” con este asunto del transporte.  Y me puse a pensar a ver si lograba recordar el nombre de una oficina del gobierno que se encargue de controlar los servicios de transporte en nuestro país, y me llegaron los nombres de OTTT, OMSA, MOPC, AMET, Policía Nacional, etc., pero creo que ninguna se encarga de regular la velocidad mínima y máxima de los vehículos de transporte público, ni la manera en que tratan a los  pasajeros, ni la manera en que esos se paran a recoger o dejar pasajeros, obstaculizando los demás carriles para que no pasen las otras guaguas.  En fin, como ciudadanos del tercer mundo que somos, estamos desamparados.

En ese mismo vehículo 02-410 de FENATRANO tenían ellos un letrero en el vidrio de atrás pidiendo firmas para el “PARTIDO MOVIMIENTO REBELDE”.  En este país somos tan ciegos que de seguro obtendrán las firmas necesarias para constituirse en una organización política a la cual tendremos que darle nuestro dinero para que se sostengan.  Agréguenle a esto que debemos regalarles los autobuses cada vez que ellos lo consideran necesario, sirviendo el gobierno (nosotros como pueblo que somos los que pagamos todo) de garante de los préstamos, que al final ellos no pagan, o sea que debemos asumir y pagarles sus deudas para que al final nos brinden un servicio pésimo, un transporte pésimo, desorganizado con choferes y pitchers (los que cobran en estos autobuses) sin la más mínima educación ni respeto por el pasajero que es el cliente que paga por el servicio.

Por eso me alegro cuando gastamos millones en las líneas del Metro, donde al dominicano lo tratan como a un ciudadano de cualquier país del primer mundo, como a un ser humano con derecho de transportarse con seguridad y tranquilidad, sin personas poniendo una música que nadie quiere escuchar a niveles exorbitantes, a una velocidad constante, no muy rápido ni muy lento y un servicio de calidad custodiado por los agentes del CESMET.  Esperemos que el país se llene de líneas del Metro y que desaparezcan los sindicatos mafiosos como el FENATRANO que no son más que oportunistas que abusan de la necesidad de transporte del pueblo dominicano.

Dios nos ampare y nos siga cuidando porque en definitiva nuestras autoridades no lo van a hacer.

TheStarvingPredator
Wednesday, September 11, 2013.

P. D. Vale la pena aclarar que la ruta 31 de Caribe Tours, empresa de capital privado, tiene sus paradas definidas; solo montan y dejan pasajeros en sus paradas; tiene un tiempo promedio de 15 minutos entre autobuses; no andan “martillando” en el camino haciendo perder el tiempo a los pasajeros (o sea, a velocidades inferiores a los 10 km/h obstaculizando el tránsito); hasta hace unos 5 ó 6 meses atrás todos sus autobuses tenían acondicionadores de aire; sus choferes, cobradores y cobradoras están debidamente uniformados y no se propasan con los usuarios como en otras rutas de transporte de nuestro país.  Creo que esta empresa debería ser objeto de estudio por parte de las autoridades para exigirle a las demás empresas y sindicatos de transporte mejor calidad en el servicio.

jueves, 21 de febrero de 2013

La teoría de las "ventanas rotas"

Así como lo mandaron lo paso, no es de mi autoría, el autor de este documento es el licenciado Juan Carlos Aiello y que creo deberíamos ir incorporandolos a nuesta vida, nuestro medioambiente y a nuestro país.  Es cuanto, ahora los dejo con esta joya de trabajo:




"En 1969, en la Universidad de Stanford, (USA), el Prof. Phillip Zimbardo realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y color.

Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York, y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos, abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes, y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada lugar.

El auto del Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas, ya sea robándose lo utilizable o destruyendo el resto. El de Palo Alto se mantuvo intacto.

Es común atribuir a la pobreza las causas del delito, postura en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras (de derecha y de izquierda).

Pero el experimento no finalizó allí. A la semana, cuando el auto del Bronx estaba deshecho y el de Palo Alto impecable, los investigadores rompieron el vidrio de este último. Como resultado, se desató el mismo proceso que en el Bronx: robo, violencia y vandalismo. ¿Por qué un vidrio roto en el auto del barrio supuestamente "seguro" desata un proceso delictivo?

Es que no se trata de pobreza. Es evidentemente algo que tiene que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales. Acá viene lo interesante: un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, desinterés, despreocupación, que va rompiendo códigos de convivencia. Es como una sensación de ausencia de ley, de normas, de reglas, algo así como que "vale todo". Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.

En experimentos posteriores, (James Q. Wilson y George Kelling), desarrollaron la "teoría de las ventanas rotas, la misma que desde un punto de vista criminológico, concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.

Si se rompe el vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás.

Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto parece no importar a nadie, entonces allí se generará el delito.

Si se cometen pequeñas faltas (estacionar en lugar prohibido, exceso de velocidad o no respetar luz roja), y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.

Si permitimos actitudes violentas como algo normal en el desarrollo de los niños, el patrón de desarrollo será de mayor violencia cuando estas personas sean adultas.

Si los parques y otros espacios públicos deteriorados son progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a los asaltos), serán los delincuentes quienes ocuparán esos espacios.

La teoría de las ventanas rotas fue aplicada por primera vez a mediados de la década del 80 en el Metro de Nueva York, en aquellos años el lugar más inseguro de la ciudad. Se comenzó de lo pequeño a lo más grande: grafitis, suciedad, ebriedad, evasiones del pago de pasajes, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes, lográndose hacer del subte un lugar seguro.

En los ?90, Rudolph Giuliani, sobre la base de las "ventanas rotas" y el Metro, impulsó una teoría de "tolerancia cero". La estrategia consistía en crear comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana. El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos los índices criminales de la ciudad de Nueva York.

Cabe aclarar, para la gente de pensamiento "progre", que la expresión "tolerancia cero", si bien podría sonar a una especie de solución autoritaria y represiva, su concepto principal radica en la prevención y promoción de condiciones sociales de Seguridad. No se trata de "linchar al delincuente". No se trata de avalar la prepotencia policial, ya que de hecho, también puede aplicarse la "tolerancia cero" respecto de los abusos de autoridad. No se trata de "tolerancia cero""frente a la persona que comete el delito sino frente al delito mismo.

Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de los códigos básicos de la convivencia social humana.

Es bueno volver a leer esta teoría y de paso difundirla. La solución a este problema YO NO LA TENGO, ESTIMADO LECTOR pero he comenzado a reparar las ventanas de mi casa, estoy tratando de mejorar los hábitos alimenticios de mi familia, le he pedido a todos los miembros de la familia que evitemos decir malas palabras delante de nuestros hijos, también hemos acordado no mentir, ni siquiera mentiras pequeñas, porque no hay mentiras pequeñas, ni grandes, una mentira es una mentira y punto, hemos acordado aceptar las consecuencias de nuestros actos con valor y responsabilidad, pero sobre todo dar una buena dosis de educación a nuestros hijos, con esto espero comenzar a cambiar en algo lo que antes hubiera hecho mal, he soñado que los míos algún día repitan esto el día de mañana, con la finalidad de que los hijos de mis hijos, o los nietos de mis hijos vean algún día, un nuevo Mundo, un Mundo sin ventanas rotas

SI ESTAS DE ACUERDO, SOLO PASALO ...  PARA QUE CADA DÍA SEAMOS MAS LOS QUE BUSQUEMOS REGENERAR UNA SOCIEDAD HONESTA Y TRABAJADORA

Por Juan Carlos Aiello - Licenciado en Estrategia y Organización Empresarial."

martes, 19 de febrero de 2013

ROBERTO SALCEDO, el más querido?!.



Escuche a un papá dominicano en un autobús de transporte publico cuando le iba explicando a su hijo que la cara que está en todos lados del Distrito Nacional con una frase “fresa”, rebuscada dizque contra la violencia de género, no era de Duarte, Padre de la Patria, ni del presidente del país, sino que era del sindico Roberto Salcedo.

Al parecer al niño le estaban hablando de Duarte en el colegio a propósito del bicentenario de su natalicio, y pensaría al ver la cara de este “ilustre” hombre "tan famoso" que ese era el prócer de los dominicanos.

En esta fecha, hoy miércoles 23 de enero a solo 3 días de la gran celebración no seria conveniente estar viendo la cara de Duarte en lugar de la de Salcedo.  Quisiera saber si esa promoción la esta pagando el Ayuntamiento del Distrito Nacional o el Señor Síndico del Distrito Nacional porque lo que más destaca en el afiche es su cara no así el mensaje que se supone el quiere transmitir.

Parece que subliminalmente y por cansancio llegaremos todos los dominicanos a querer y a aceptar a Roberto.  Ah, y estamos en el 2013, y me pregunto ¿no estamos muy lejos de las elecciones?

TheStarvingPredator.
Miércoles 23 de enero del 2013.