Salí hoy sábado
en la noche a llevar a mi suegra a su casa, pero antes ella necesitaba comprar
algunos artículos así que nos paramos en el Centro Cuesta Nacional de la 27 con
Lincoln. Ahí duramos alrededor de 30
minutos; salimos y nos dirigimos hacia su casa.
Las calles de mi Santo Domingo vacías, algunas con sus hoyos en el mismo
sitio donde los dejé la última vez que caí en ellos. La dejamos en su casa, Virgilio la ayuda a
subir las pocas cosas que compró y yo espero en el parqueo. La calle de mi suegra con apenas dos lámparas
de alumbrado, una en la Penson y la otra que casi no alumbra, en el poste que
da al frente de una casa, y por como está colocado de seguro los que viven ahí
fue que lo pusieron y no las malditas autoridades de mi ciudad.
Cuando nos
vamos decido regresar por el Malecón (para respirar un poco de yodo) en lugar
de la Correa y Cidrón, la Gómez a oscuras, pero no por falta de energía eléctrica,
cuando cruzamos la Independencia casi choco a un hijo de puta, parado en el
medio de la avenida, que se gana la vida parqueando carros en la acera (que se
supone es para los peatones) para que la gente baje a ver la NUEVA ATRACCION DE
LOS POBRES, la renovada playa de Güibia, con su plaza bien iluminada y
esbelta.
Doblamos en
la G. Washington hacia la derecha y ni un bendito poste de tendido eléctrico
iluminado (y como si toda la iluminación debe ser solo para LA MAJESTUOSA OBRA
del que vive en el campo de golf. Y
comento retóricamente, “los hoteleros debieran hacer igual que Víctor Méndez
(que siempre tiene el frente de su negocio bonito y recogido) y cada uno de
ellos embellecer el frente de su hotel”, pero eso es soñar despierto, y pienso…
“coño cuando será que van a restaurar el parque EUGENIO MARIA DE HOSTOS, así
tal vez se floja un poco el tumulto de Güibia”.
Pero… ZASH!!!!, paro de soñar y me pongo a pensar ¿Y cuando es que vamos
a despertar de esta pesadilla? ¿Y como es que todavía nos dejamos hipnotizar de
estos parlanchines vende sueños y roba esperanzas?
Algún día
tendremos que despertar… o quizás no, tal vez los 10 millones de pendejos
estamos aquí para suplir las necesidades de los 2 o 3 delincuentes que se ponen
saco y corbata para jodernos la vida a los que somos más.
Creo que
mejor dejo de soñar y veo un poco de TV antes de dormir, y para luego de hacer mis
oraciones para agradecer a Dios todo lo que tengo y todo lo que me falta.
Ah, y un
deseo más: Vete a la m!&$%a “Bob” (Bobby ó Rob ó Robert ó Roberto ó como
sea que te llames) y sigue jugando golf que para eso es que eres bueno.
The Starving Predator
Sábado 14
de Enero del 2012.
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